miércoles, 17 de junio de 2015
Lectura: Horacio Verzi, Amir Hamed, Ramiro Sanchiz.
Amir Hamed TROYA BLANDA
Presenta: Silvia Guerra
P
Lectura: Horacio Verzi
Presenta: Silvia Guerra
Música: Luciano Payret
"La punta de la lengua" junio/2015
domingo, 7 de junio de 2015
LA PUNTA DE LA LENGUA 2015
La Academia Nacional de Letras retoma el exitoso ciclo de lecturas La punta de la lengua. Este año participan poetas, narradores y ensayistas.
Fecha: Martes 9 de junio de 2015
Hora: 19:00
Dirección: Academia Nacional de Letras, Ituzaingó 1255 esq. Reconquista
Lectura: Narradores: Horacio Verzi, Amir Hamed y Ramiro Sanchiz
Música: Guitarrista Luciano PayretProyecto: Silvia Guerra
Colaboran: Juan Justino Da Rosa y Acad. Ricardo Pallares
Participa: Lucía Delbene
Ramiro Sanchiz (Montevideo, 1978). Narrador, periodista y crítico. Ha publicado las novelas y nouvellesPerséfone (2009), Vampiros porteños, sombras solitarias (2010, 2014), Nadie recuerda a Mlejnas (2011), La vista desde el puente (2011), Trashpunk (2012, edición digital), Los viajes (2012), La historia de la ciencia ficción uruguaya (2013), El orden del mundo (2014) y Ficción para un imperio (2014), además de los libros de relatosAlgunos de los otros (2010), Del otro lado (2010), Los otros libros (2012) y Algunos de los otros redux (2012, edición digital). Relatos de su autoría han sido publicados en antologías y muestras como Buenos Aires Próxima (2014), Aventurero (2014) y Fabricantes de sueños 2011-2012 (2015), además de en las revistas Lento, Próxima, The Buenos Aires Review y Galaxies, entre otras. Ha sido traducido al francés, inglés, alemán, italiano y lituano.
Amir Hamed ha publicado, entre otros títulos de narrativa, Artigas Blues Band, Troya Blanda, Semidiós,Buenas noches, América y Cielo ½. Como ensayista, ha publicado Retroescritura, Mal y neomal.Rudimentos de geoidiocia, Orientales. Uruguay a través de su poesía y la trilogía de ensayos narrados El alma del relato que se cierra con M, de inminente aparición. Es creador y director de H enciclopedia (www.henciclopedia.org.uy), miembro del comité editorial de su columna interruptor y de interruptor revista.
Fecha: Martes 9 de junio de 2015
Hora: 19:00
Dirección: Academia Nacional de Letras, Ituzaingó 1255 esq. Reconquista
Lectura: Narradores: Horacio Verzi, Amir Hamed y Ramiro Sanchiz
Música: Guitarrista Luciano PayretProyecto: Silvia Guerra
Colaboran: Juan Justino Da Rosa y Acad. Ricardo Pallares
Participa: Lucía Delbene
Horacio Verzi. Licenciado en Letras. Se desempeñó como investigador en
el Centro de Investigaciones Literarias de Casa de las Américas, fue
corresponsal de diversos medios de difusión en América Central y ejerció la
docencia en formación docente. Dirigió la Editorial Graffiti y la revista
cultural del mismo nombre. Ha publicado, entre otros títulos: El mismo
invisible pecho del cielo (Primer Premio EDUCA de Narrativa
Hispanoamericana, novela, 1983) La otra orilla (novela, 1987), Los
caballos lunares (novela, 1995), Toda la muerte (mención MEC, rubro novela
inédita, 1999), Reliquia familiar y otros relatos, cuyo cuento homónimo
obtuvo el Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar 2004. Con El infinito es solo una forma de hablar
obtiene el Primer Premio MEC 2013, en el rubro novela édita.
Ramiro Sanchiz (Montevideo, 1978). Narrador, periodista y crítico. Ha publicado las novelas y nouvellesPerséfone (2009), Vampiros porteños, sombras solitarias (2010, 2014), Nadie recuerda a Mlejnas (2011), La vista desde el puente (2011), Trashpunk (2012, edición digital), Los viajes (2012), La historia de la ciencia ficción uruguaya (2013), El orden del mundo (2014) y Ficción para un imperio (2014), además de los libros de relatosAlgunos de los otros (2010), Del otro lado (2010), Los otros libros (2012) y Algunos de los otros redux (2012, edición digital). Relatos de su autoría han sido publicados en antologías y muestras como Buenos Aires Próxima (2014), Aventurero (2014) y Fabricantes de sueños 2011-2012 (2015), además de en las revistas Lento, Próxima, The Buenos Aires Review y Galaxies, entre otras. Ha sido traducido al francés, inglés, alemán, italiano y lituano.
Amir Hamed ha publicado, entre otros títulos de narrativa, Artigas Blues Band, Troya Blanda, Semidiós,Buenas noches, América y Cielo ½. Como ensayista, ha publicado Retroescritura, Mal y neomal.Rudimentos de geoidiocia, Orientales. Uruguay a través de su poesía y la trilogía de ensayos narrados El alma del relato que se cierra con M, de inminente aparición. Es creador y director de H enciclopedia (www.henciclopedia.org.uy), miembro del comité editorial de su columna interruptor y de interruptor revista.
Amir Hamed |
sábado, 19 de octubre de 2013
VIERNES 25 DE OCTUBRE: A. ECHEVERRÍA, M. NIGRO, G. CIANCIO, S. RIESTRA
Andrés Echevarría
(Melo,
1964) es un poeta, ensayista y dramaturgo uruguayo. Investigador Asociado de la
Academia Nacional de Letras. Entre otros premios, obtuvo el Premio Juan Carlos
Onetti en 2011. Sus poemas y ensayos figuran en diversas antologías y revistas
literarias de su país y del extranjero. Algunos de los títulos que ha
publicado: La sombra quieta de la letra F (Melón, 2012), Cuando la luna vuelve
a su casa (Banda Oriental, 2012), La plaza del Ángelus (Yaugurú, 2011), La
sombra de las horas (Estuario, 2009) y Señales elementales (Artefato, 2006).
Terpsícore
una noche Terpsícore despierta
y mira hacia su lado aquel vacío
dejado por la sombra del marino
que en mares de la muerte ahora navega
la danza no le ahoga los sentidos
prepara entre las sábanas un nido
y nacen en tres días tres sirenas
sin padre medio peces medio humanas
por ser de algún recuerdo entre las aguas
pasiones que no encuentran un destino
ahora ellas conviven con las algas
en híbrido lamento hasta que caigan
los hombres por sus cantos conmovidos
Dos viejos comiendo sopa
era
de ocre el color de la cortina
cuando
pasaba los umbrales y era
de
mármol indiferente la espera
con
vista al patio luego la cocina
con
blanca y desocupada rutina
gastando
su silencio de escalera
de
caldos de verduras que bebiera
mi
abuelo allí sentado en disciplina
de
elipsis luminosa como intruso
mi
abuela le servía el alimento
y
él que lo consumía en los decursos
sin
voces que explicaran esos usos
de
objetos quietos en un vaciamiento
y
presos de condenas sin discursos
Sylvia Riestra
Vellón
El cuero de la res, su vellón
colgado al aire
para secarse sacarse los restos de vida
de recuerdo,
una pieza de puzzle
recortada sobre el azul intenso
sobre el verde oscuro
intercambio de sitios.
El cuerpo será velado en vinagre
durante la noche
facilita el cocimiento mejora su gusto.
La cabeza del cordero casi intacta
colgando del cuero
esa cabeza veía berreaba era feliz
en los cuentos de mi madre,
esa cabeza veía berreaba era feliz
en los cuentos de mi madre,
en la memoria de esos cuentos.
Se recortaba sobre una pradera celeste,
Se recortaba sobre una pradera celeste,
había una oveja que se distraía
un cordero que se aventuraba.
un cordero que se aventuraba.
Sobrevenía la pérdida, la búsqueda
el ahogo compartido
yo pedía siempre ese cuento
su principio despreocupado
su final feliz
su angustia su derrotero calibrado
-un
puzzle cercenado incompleto-
la idea de la desaparición insostenible
a no ser por su naturaleza de cuento
a no ser por la felicidad final del
reencuentro.
Sobre
el cordero caía la culpa siempre cae la culpa
el rayo de dios la intemperie cósmica
“cordero de Dios que quitas el pecado del
mundo
ten
piedad de nosotros”
ahora colgando de un árbol de un poste.
Medir el sufrimiento desde ese cuero
memorioso
o desde la madre eglógica
buscando en cada foso del terreno
a su hijo perdido.
Se suceden noche a noche
las ovejas blancas rebosantes de lana
las madres que buscan a sus corderos
perdidos de Dios
de la piedad de Dios
de la piedad de los hombres.
El cordero asado a fuego lento
su sacrificio
los invitados y los parientes
de los invitados
observan al cordero estaqueado
deprivado, horizontal
en medio de risotadas brasas cenizas.
El cráneo reseco como mascarón de proa
terrestre
en medio de un mar verde.
La oveja encontraba al cordero en el
final del cuento de mi madre
topaditas de abrigo de lana de vellones
de letras de balidos.
La madre del cordero asado busca al
cordero desaparecido
los invitados y los parientes de los
invitados no la ven no la oyen
o parece
Ella no sabe que repartieron en porciones
humeantes la culpa
ni quién
se llevó al cordero quién traicionó
el final del cuento de mi madre
quién repartió en porciones la
culpa
quiénes silenciarán lo que supieron, lo
que saben todavía.
(tríptico trance)
a la memoria de
José Isabelino Ciancio, mi padre
“saca tu cuerpo viejo, viejo mío,
saca tu cuerpo de la muerte”
Jaime Sabines
a.
Si ese aroma a pinares llegare de esta infancia si anduviese
el
recuerdo más cauto de puntillas como si la memoria no
caducara como si
la huesa silencio sin entrañas como si tendría cenizas y
sentidos /
salvada así la contradicción
de hallar a mi padre sin su enjutez enferma sin su osario un
padre mío
atesorado en el tiempo común de nosotros / Rota ya la
flagrante
infancia y rotos ya sus albores / padre padre en la redundancia mejor
de su regreso
Parece ser que sólo el verso regresa versura sólo a él la inmovilidad
de lo hecho / una vana constatación / si los pinos y toda su
fragancia
/ claro que sí:
allá mi padre padreando en su arboladura pinar
A este lado del muro el jueguito escandido del poema.
b.
¿Cuál es la infancia mejor?
¿Do la hallares, palafrenero? ¿Aqueste mar
es tu mar de marear / tu aguja? ¿Luce así el tiempo tan
campante sin su
niño?
Los huesitos paternales: ¿dónde fueron a heder?
¿O es sólo tuyo el pater canto al pie de la muralla, Don Jorge?
¿Debiere volver a tu villa de Paredes de Navas tras tu muro
en Castilla
tan castellana?
¿Funge mi padre guerrero encastillado / me obligas /?
Un tiempo el suyo sin su adarga sin su albarda sin su fasto
/ apenas
te concedo el ronroneo de un tango sin quebrar aprisa la
madrugada
Los albores no es recordarse al gallo pues su alba labor va
puerta al
puerto
proa a su triste edificio de su fugaz Montevideo ya ni cruel
¿Y si suda mi padre su sudario?
c.
Una pequeña gota de ese mar río marrón que entorna mi
conciencia
muy fina a su intangibilidad porque la gota de agua escasa
ya es idea
Una traza sin huella casi osada de sí / entrada en los años desde su
nacencia quebrada / Una minúscula canción engotada nocturna
aún sin
componer
si fuere certero una gota gárgola que suministra la muerte
Porque no fueras a creer que cualquier dribiling elude la
insistencia
de su porfía funesta / es decir sin temor a descubrir su
desembocadura
sin mayores mohines que sólo pueden empeorar las cosas
Uno puede pasársela mejor agotado en su luz reflejada mejor
en términos
comparativos / no creas / Que de vivir bajo la pendencia de
un cabello
tu gota mi gota la gota / incluso / que vertiera mi padre
(y que aún
fulge en sus ojos ya no vistos entre nuestros pinos)
trocarían en
espadas, Damocles.
Tiene publicados seis libros de poesía y varios artículos y ensayos sobre poesía,
arte y derecho, en publicaciones literarias y académicas, del país y del
exterior. Integra varias antologías y publicaciones colectivas de poesía y
ensayo. Obtuvo el primer premio de poesía en varias ediciones de los Premios
Anuales de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura, entre otros, por
los libros Umbral del cuerpo, El río vertical y El tiempo circular. Y el Premio Bartolomé Hidalgo de Poesía 2011
otorgado por la Cámara Uruguaya del Libro, por el libro Después del nombre
(publicado ese año por Ediciones Estuario).
Poesía
I.
Allí en el centro el eje refulgente
I.
Allí en el centro el eje refulgente
la armadura de adentro
el numen comprimido hasta el
vértigo.
He entrado en la carcaza
vacía el cofre
donde va la menudencia
ingrávida la invertebrada
rosa.
Y si en el minúsculo templo
la ojiva sagrada de perfil
dentro de una palabra
el poema entero muestra
llego a ver la luz que
enceguece
como en las tumbas
el entreabierto redil de los
huesos.
Escancia el agua más pesada
y el tormento
es no beber sino una leve
gota.
Qué más hollado que ese
retablo blanco
donde inscribe el
pensamiento su deseo
(invisible filigrana la
escritura
sobre pozos inundados,
inservible contraseña la
palabra
en la antigua bloqueada
servidumbre de paso)
qué más herido qué más seco
que el poema aún no escrito
y esa sed de la página en
blanco
y esa humedad atroz
de lo innombrable.
III
La palabra,
pequeño pájaro
en el aire
piedra de la voz.
Aguantar la palabra
en el ojo que lee
ver el vuelo y su zumbido
atrapar el brillo en el lomo
vocal
del pájaro, el fraseo en
llamas
su línea de fuga hacia el
papel del cielo.
Nombrar lo que no existe
con la punta del pájaro
suspenso
coloreando el aire que
traspasa.
Y las palabras quedan hechas
piedra
gema engarzada en el vientre
del pájaro
luz de la saeta con que
escribo.
Cruza después en último
vuelo ante mis ojos
y se vuelve al lugar de lo
innombrable
de donde nunca debería haber
salido.
(Vuelo de duelo:
doloroso el cielo de la
página,
ralo el ramaje del árbol del
poema.)
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